Por Alden González Díaz (especial para ZONA de STRIKE)
Para los amantes del béisbol estos son días intensos. Para quienes además nos gusta llenar la página en blanco lo son el doble. En mi caso se torna difícil esa escritura, pues hasta resulta angustioso que haya tanta tela por donde cortar y no tener un comienzo.
Entonces me decido a abordar algo que me llama poderosamente la atención de lo acontecido recientemente. Se trata del poco respeto con el que fue tratado el equipo holandés de béisbol por parte del director del equipo Cuba. Al terminar el primer juego de la segunda ronda entre Cuba y Holanda, Víctor Mesa dijo que Holanda no es un buen equipo de beisbol, a pesar de que hasta ese momento nos habían ganado bien dos juegos seguidos. A Mesa le faltó humildad y sentido común, tanto como le sobró soberbia.
Estuvo ahí tan errático como en el nefasto cruce de declaraciones con Alexei Bell (ejemplo de disciplina, corrección y entrega) en el que quedaron en evidencia su ética y su metodología.
No entiendo el por qué de la provocación a los holandeses. ¿Por qué buscarse de enemigos a peloteros y directivos tan respetuosos y cordiales? Esa fue la causa de la reacción agresiva de Andrew Jones con él después de terminado el partido, y Jones no es más que un tipo simpático y sonriente, que en otra circunstancia se hubiera remitido tan solo a celebrar la victoria.
Pero lo más triste del caso es que es muy probable que hoy, aún después de esa tercera derrota consecutiva en menos de lo que un gallo canta, Víctor y muchos otros sigan pensando que hemos perdido con un equipo inferior. Yo igualmente puedo pensar que el Cuba en el hombre por hombre supera a los naranjas. ¿Pero hasta cuando debemos recibir muestras de que la nómina, el papel, no lo es todo en el deporte colectivo?
En el primer Clásico Cuba derrotó a nóminas tan poderosas como Puerto Rico, Venezuela y República Dominicana. En Beijing 2008 Cuba se impuso a un equipo japonés muy superior al de este Clásico, nada más y nada menos que con Yu Darvish en la lomita. Si los nombres lo fueran todo Brasil en vez de 5 tuviera por lo menos 9 copas mundiales de fútbol, el Miami Heat hubiera ganado también en 2011 el título de la NBA, Estados Unidos hubiera paseado el torneo de basket de Atenas 2004 y los relevos 4×100 de Cuba no hubieran sido medallistas en Barcelona 92 y Sidney 2000.
Está bien, Cuba tiene una nómina superior; pero ya olvidemos el papel, que no lo es todo, influye pero no determina. Determinantes son el funcionamiento práctico, el team work, la eficacia en los ajustes, la solidez psicológica, la motivación, el liderazgo…
Hoy el equipo holandés juega un béisbol más práctico que el equipo cubano, sobre todo a la ofensiva, renglón en el que ostentan un mejor funcionamiento de conjunto. Ellos, por ejemplo, entienden mejor el concepto de béisbol pequeño, al ser muy agresivos en las bases, tocar con eficacia (esto sólo cuando corresponde, me da la impresión de que a su manager ni en sueños se le ocurriría tocar con Balentien o Jones), usar muy certeramente el corrido y bateo (de todas las veces que lo intentaron contra Cuba en los tres juegos sólo una le salió mal).
Sus bateadores son mucho más pacientes que los nuestros, como norma tratan de batear sus lanzamientos preferidos (por eso bateadores de contacto como Schoop, Simmons y Oduber dieron esos batazos enormes, por siempre esperar su bola y hacer el swing indicado; “ya llegará mi bola” dirán ellos…) Su staff de pitcheo, que no es profundo ha sido muy bien manejado en cada uno de los torneos recientes.
Su manager Hensley Meulens es muy bueno, no es perfecto, pero ha sabido lograr cohesión y evidentemente da confianza, no presiona ni divide, es ostensible su liderazgo, y su mesura pudiera servir de ejemplo. A pesar de que me dio la sensación de que dejó mucho tiempo en la lomita a Shairon Martis en el segundo juego contra Cuba, manejó muy bien su staff en estas dos primeras rondas y tuvo el tino de no desgastar su pitcheo de cabecera ni en el juego contra Taipei ante la salida fallida de Stuifbergen, ni en el primer juego contra Japón ante el desacierto de Cordemans.
El ninguneo al equipo holandés parte de un tratamiento inadecuado de los especialistas, sobre todo en las transmisiones televisivas. Se ha vuelto manida la frase de que Holanda le ha tomado la medida a Cuba, como si su devenir exitoso en los últimos años sólo tuviera el mérito de las victorias sobre nuestro equipo nacional. Holanda fue campeón del mundo IBAF en 2011 derrotando a todos los conjuntos, Holanda llegó a la segunda ronda en el Clásico anterior ganándole convincentemente en par de ocasiones a República Dominicana, Holanda en este III Clásico además de Cuba acaba de dejar fuera a Corea (sí, fueron ellos).
Considero que debieron hacer saber a los aficionados que Hensley Meulens además de amplio conocedor del beisbol fue un jugador histórico. Meulens nació en Curazao, de padres dominicanos. Fue el primer curazoleño en jugar en grandes ligas, forma parte del grupo de jugadores que le cambió la cara al beisbol holandés, sin duda él y Sharnol Adriana son los más importantes de ese grupo.
Fue Meulens el que decidió el primer juego importante que ganó Holanda, contra Cuba en Sidney (quizás algunos recuerden el largo doble que le dio a Maels Rodríguez, aunque el perdedor del juego fue Vera). Como profesional jugó también en Japón, Corea, Venezuela, Dominicana, México y Puerto Rico. Además fue el coach de bateo de los Gigantes de San Francisco que ganaron la serie mundial en 2010. Ese palmarés merece un respeto, una reverencia.
Cuando el juego de confrontación entre Cuba y Holanda en Taipei pensé que cuando viniera al bate Wladimir Balentien los narradores iban a referirse a su liderazgo absoluto en jonrones en el béisbol japonés en 2012 por delante de Abe, del que tanto han hablado. Balentien en 2012 fue además líder en slugging y total de bases, así como segundo en OBP, OPS, bases por bolas y empujadas (por supuesto detrás de Abe).
También servía como información interesante el hecho de que en 2009 dio el jonrón más largo de las grandes ligas (a más de 500 pies). Tan solo hubo un comentario después del jonrón a Ismel, insulso, grueso, algo así como que “con ese carapacho no debe ser cuarto bate por gusto”.
También pensé que en el primer juego de Holanda en el Clásico, contra Corea, o en el primer juego contra Cuba, se ilustraría al respetable con información valiosa de los bigleaguers naranjas que no estuvieron en el juego de confrontación en Taipei, que se incorporaron luego al equipo: Roger Bernardina (LF titular de los Nacionales de Washington, con 15 robadas y 372 de OBP en 2012), Xander Bogaerts (la actual perla del Boston Red Sox, número 8 en la lista de Top 100 Prospects para esta temporada 2013 de Baseball America) y Andrelton Simmons (quien ha sido anunciado como casi seguro 1er bate y SS de los Bravos de Atlanta en el juego inaugural de esta temporada y quien pudiera acumular méritos para estar entre los novatos más relevantes de este año en la Liga Nacional). La verdad es que fui muy optimista, no se hizo mención alguna.
Muchos peloteros han pasado de este Clásico con el argumento del enfoque en luchar por un puesto en sus respectivos rosters durante el spring training, sin embargo Bogaerts y Simmons no creyeron en eso y prefirieron jugar por Holanda para el Clásico, muestras de amor a la camiseta y de la ascendencia de Meulens.
Andrew Jones no tuvo un buen desempeño con los Yankees en 2012, pero la historia y la maestría deportiva pesan bastante, de lo contrario no lo hubieran contratado en Japón, el Rakuten Golden Eagles, para esta temporada. Es cierto que pudo haber escepticismo respecto al Clásico por la mala imagen que dejó en el de 2006, pero ahora se ha erigido en líder indiscutible del grupo y va teniendo un buen desempeño. Esos elementos se agregaron a la base del equipo campeón en 2011, equipo que nos derrotó convincentemente dos veces en Panamá.
En esa base hay mucha cohesión, con muchos elementos que juegan en la propia liga holandesa. Ya hoy se puede decir que la Honkbal Hoofdklasse es una liga consolidada, estable, además de muy emotiva (y de esto último he sido testigo). Esta liga además tiene algo muy importante que no tenemos nosotros, su Liga de Novatos, que juega la misma cantidad de la liga premier. Ojalá en el futuro bien cercano tengamos al menos algunos peloteros siguiendo la ruta de Fausto Álvarez, seguro estoy de que serán muy bien recibidos y de que servirá de mucho a los que allí recalen.
Por cierto, recomiendo muy seriamente a quien pueda considerar valiosa la sugerencia, solicitar los servicios de Fausto Alvarez para conformar las bitácoras la próxima vez que nos enfrentemos a ellos, pues los conoce a todos al dedillo. Hensley Meulens, por ejemplo, le pidió al pitcher norteamericano Ryan Sadowski que les hiciera un informe hombre por hombre al bate del equipo coreano que les dio un resultado espectacular. Sadowski pitcheó tres años con los Lotte Giants en Corea, y tuvo una efímera participación en 2009 con los Gigantes de San Francisco, donde Meulens lo conoció. Una vez que supo de su designación como manager no dudó en llamarle, Sadowski aceptó la propuesta y al tiempo le entregó un documento en el que le detalló elementos de los que se valió el manager para diseñar su estrategia para anular a la poderosa batería coreana.
Definitivamente los holandeses son buenos y viven intensamente el beisbol, admirémosle y saquemos las mejores conclusiones de las derrotas ante ellos para la mejora de nuestro beisbol, con humildad. Recordemos además que de 2007 para acá Estados Unidos, Corea, República Dominicana (¿se acuerdan del pre mundial de Puerto Rico?) y Japón también han sido “bestias negras”.
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